Mrs. Mouse, bite that book!

Disclaimer: Yo me pertenezco, yo me fotografio, yo me visto, yo me sobo y YO me hago las orejas, so... Enjoy!





Mouse, mouse, mouse

Winkin' Mouse!

Another Mouse

Curious Mouse

Mouuuuuse

O Mouse

Mouse?

BookwormMouse

Drabble [Sweenett, +18]

Disclaimer: No me pertenecen, blablabla, sin animo de lucro y todo eso. Necesitaba escribir algo con Kashmir, y con cortes, y mucho sexo y esas cosas guarras.



"Nellie, ¡no te metas en los pantalones del lobo!", eran las palabras que mejor recordaba Mrs. Lovett, mientras sentía la cuchilla de Mr. Todd deslizarse por su clavícula, dejando un rastro borgoña inconfundible. Palabras que emergían de algún lugar de su mente, y que intentaba acallar, maldita sea la conciencia. Palabras que se entremezclaban con sus gemidos, en la boca de Mr. Todd, rodeando su lengua y llevándola a su particular Nirvana. Nellie sabía que aquello no significaba nada para Mr. T, que ella no significaba nada para él. Podría estar proporcionándole carne fresca para una nueva remesa de empanadillas en vez de cortes, mucho sexo y más placer. Podía oír su respiración, que empezaba a notarse cargada, sentir su lengua contra su cuello, seguida de otro corte de su navaja de afeitar, suave, doloroso, dominante, egoísta, y terriblemente placentero.

-Mrs. Lovett... no es correcto que una señora respetable, y de su posición, gima como un gatito lastimero cada vez que mi navaja la toca...

Ronroneaba aquellas palabras en su oído, introduciéndose en ella y retorciendo cada terminación nerviosa, bajando hasta su vientre y subiendo de nuevo, exhalando violencia, seducción. Ni siquiera la estaba tocando demasiado, pero ella temblaba como una hoja en invierno, suplicando que la tocara un poco más, sólo un poco más. Sus dedos desataron su corsé, lanzándolo indecentemente lejos, para pasar a rodear su cintura con sus manos, que volvieron a subir a tu cuello, apretándolo, sublimando sus sentidos, cortando todo pensamiento que no estuviera centrado en él, en sus manos, en sus navajas, en los cortes, en lo que te iba a hacer, y en lo que ya te estaba haciendo.

-Mrs. Lovett... mi querida Nellie... Mrs. Lovett... ¡¡¡MRS. LOVETT!!!

Aquellas palabras fueron como un jarro de agua fría, despertándola de su maravilloso, fantástico y altamente satisfactorio sueño lúcido. Mr. Todd estaba allí, en su puerta, esperando su comida, que ya iba media hora tarde. Suspiró, mientras trataba de retener los mordiscos de Mr. Todd en su clavícula, se levantó a prepararla. "Nellie, soñar es malo para la salud. Soñar con que tu inquilino, que además de ser un asesino es un cabrón, es terrible para conciliar el sueño".

Ich will deine Seele [3/3 SadiqxHeracles]

Disclaimer: Por fin, la ultima parte, la mas mejor, la mas hardcore, la mas... Sadiq(a). Como siempre, no me pertenecen, blabla, blabla, bla.


Ich will deine Seele
Drück dich an mich
Ich will deine Seele
Lass mich in dich
Ich will dein herz

Sabes que el griego jamás va a perdonarte esto, y que va a ser un cargo de conciencia el resto de tus días. Sabes que esto no está bien, pero es demasiado tarde para echarte atrás. Y tampoco quieres hacerlo. Sabes lo que te está rogando con esa mirada llena de falso odio. Y no puedes evitarlo, ni vas a intentarlo si quiera. Acercas tus labios a los suyos, y le provocas, lento, con movimientos deliberados, muerdes su labio inferior hasta dejarlo rojo, hinchado, y jadeando. Te apartas, le miras, tiene los ojos casi cerrados, y te mira, mientras respira cada vez más hondo, intentando controlarse.

-No tienes por qué controlarte, vas a disfrutar esto tanto como yo.

No tenías que haberle provocado tanto, te ha escupido. Muy bien, si quiere guerra... Guerra tendrá. De manera violenta e inmediata, le atas al cabecero de la cama, sin dejarle opción a mover los brazos, y pasas a inmovilizarle las piernas, una a cada lado de la cama. Te paras a mirarle, de arriba abajo, devorando cada centímetro de su piel sin rozarle si quiera, haciéndole saber que ahora, ahora si que te ha cabreado, y que lo va a sentir. Mucho, y muy profundo.

Llevas tu mano a su trasero, y empiezas a provocarle, sin rozar su entrada, y notas como se arquea, e involuntariamente, te pide más. Niegas con la cabeza, y te agazapas sobre él.

-Voy a hacer que gimas mi nombre y me ruegues que te toque, que te folle, que te haga mío.

Sonríes, y te retiras, para coger una pluma de pavo real. Empiezas a pasarla, divertido por su torso, sin llegar a su pelvis, descubriendo sus puntos erógenos, y, como no podía ser menos, insistiendo en ellos, soplándolos, mordisqueando su piel, solo un poquito, solo hasta ver como se muerde el labio inferior, intentando impedir que los gemidos salgan de su boca. Pasas la pluma por su cuello, bajando a sus pectorales otra vez, torturándole de manera suave, provocando que tome conciencia de cada centímetro que con ella recorres, y sintiéndola cada vez más. Entonces, le miras, aún sigue sin gemir, sin aceptar la evidencia que ves entre sus piernas. Si no ha querido por las buenas... bien, será por las malas.

Le das la vuelta, poniéndole casi a cuatro patas, y aseguras las cuerdas. Te levantas, y coges una de las velas que alumbran la tienda, llendo con ella a la cama. Te colocas detrás de el, y después de mordisquear a lo largo de toda su columna vertebral, llegando al coxis, dejas caer un poco de cera ahí. Obviamente, el griego protesta, con algo parecido a un gemido mezclado con un gruñido. No le ha dolido, lo sabes, la cera no está tan caliente. Empiezas a dejar caer más cera en sus nalgas, cada vez más cerca de su entrada, y notas como no puede evitar unos jadeos. Soplas la cera que has dejado caer, haciendo que se enfríe, y la retiras con delicadeza, sin hacerle daño. Con la piel sensible como está ahora, aprovechas para lamer, como un gato, pasándole la lengua por todos los sitios donde antes había cera, para llegar finalmente a sus testículos, donde había una pequeña gotita. Los lames, pasando la lengua por todas sus esquinas y recovecos, dándole un pequeño mordisco, que le provoca un gemido. Sonríes, te pones sobre el, haciéndole sentir tu erección en su entrada. Empiezas a lamerle el cuello, y entonces, sin avisar, se la metes hasta el fondo. Gime, de dolor. Te sientes un poco culpable, pero bueno, se lo tiene merecido. Inmediatamente la sacas, y bajas, besándole la espalda, hasta llegar a donde tanto le ha dolido, y se lo lames, sin delicadeza, sin florituras y sin chorradas. Mientras tanto, empiezas a masturbarle, apretándole en la base, moviendo la mano arriba y abajo. Le oyes gimotear, gemir, gruñir, y finalmente hablar, solo para maldecirte en griego. Entonces, te apartas, sólo para observarle. No le tocas, sólo le miras. Sonríes, y empiezas a contar de veinte hasta cero. Cuando has llegado a cinco, le oyes susurrar:

-... No vas a... ¿seguir?

Vuelves a cubrirle con tu cuerpo, y lamiéndole el lóbulo de la oreja, le dices, sugerente, como tú sabes,

- Pídemelo.

Le oyes tragar saliva, y decir

- Por... ¿favor?

Le muerdes el cuello

- ¿Por favor qué? ¿Qué quieres que te haga?

Ves como araña las sábanas, y se estremece cuando le lames desde el cuello hasta la nuca

-Quiero que sigas

Sonríes, y le acaricias el trasero con una mano

-¿Seguir con qué, Heracles? ¿Con esto?

Mueves dos de tus dedos hasta su entrada, deslizándolos hacia dentro.

-¡Sí, joder, si!

Te lo dice cabreado y entre gemidos, pero no es suficiente... aún.

-¿Y qué más quieres que haga?

Dejas inmediatamente de mover los dedos dentro de el, pero los dejas ahí, haciendo presión.

-... Quiero que... Quiero... Quiero que me...

Sonríes y le susurras, con la voz ronca,

-Dilo, Heracles. ¿Quieres que te folle?

Oyes su respiración pesada, sientes como su pecho sube y baja con la respiración, y vuelves a mover los dedos, poco a poco, esperando su respuesta.

-Sí... Quiero que me... folles... ¡YA JODER!

Sin esperar a que cambie de opinión, sacas tus dedos y vuelves a penetrarle, de manera más lenta esta vez, dejando que te sienta con más calma, moviendote poco a poco.

-¿Así?

-Mas fuerte, ¡hostias!

Sonríes, y desatándole las manos del cabecero, te lo colocas encima, agarrando sus caderas, y marcando un ritmo más feroz, más rápido, más profundo. Le lames el cuello, le muerdes la espalda, haces que gire la cabeza, y te bese. Y es uno de esos besos, de los vuestros, con desesperación, con lujuria, con rabia, con deseo.

-Des... Desátame

Si te lo pide así, entre gemidos, con la cara roja, y casi sin poder respirar... No puedes negarte. Cortas las cuerdas que le tienen atado, y le haces volverse contra ti, para poder besarle mejor. Y masturbarle mejor. Y joder, para ver esa cara de éxtasis que te vuelve loco. Empieza a comerte la boca, y luego baja hasta tu cuello, que mordisquea, lame, succiona, marca a fuego con su lengua.

Le follas, le follas hasta dejarle seco, y el te besa, hasta drenarte entero. Os abrazáis, os arañáis, os insultáis, te ruega más, le pides una revancha. Le susurras, te grita, le muerdes, te lame, le provocas, te reta, sonríes, gime, gritáis, jodéis. Matarías por más, y él te matará si le haces esto a otro. Te consumirás hasta volver a tenerle entre tus brazos, pero hasta entonces...

Su alma, su cuerpo, y sus labios. serán tuyos.



Du spielst Gott [2/3 HeraclesxSadiq]

Disclaimer: Matadme, soy una mala puta, no he actualizado, lo sé. Vale, ahora, volvamos a lo que a mí realmente se me da bien, lo que realmente me gusta: Vamos a hacerle sufrir! Por supuesto, ellos no me pertenecen, blahblahbla, sin ánimo de lucro, blahblahblah, y todo eso.


Du spielst immer wieder Gott mit deiner Macht

Du spielst immer wieder Gott, der mich verlacht

Sentiste como el polvo entraba por tus fosas nasales, copándote la respiración, mareándote, notando como llegaba hasta la garganta. El turco retiró la mano entonces, dejándote respirar, toser, aunque ya era demasiado tarde como para intentar escupir el polvo. No sabías lo que era, no querías saberlo, pero te estaba afectando. La respiración, cada segundo más pesada, la consciencia alterada y subyugada, los parpados bajaban, tú no oponías resistencia ninguna, no podías ponerla.

Sabías donde estabas, sabías lo que pasaba, y mierda, no podías hacer otra cosa que no fuera ponerte cachondo mientras notabas la lengua del turco en tu cuello, dejando un camino de saliva hasta tu clavícula. Y mordió, clavándote los dientes, acariciándote con la lengua, haciendo que sintieras todos y cada uno de los movimientos de su lengua, de sus manos, de sus dedos, que te sostenían, apretándote contra el. Podías notarle en tu espalda, podías sentir su aliento, oler su sudor, mezclado con el tuyo. Sus manos, que subían y bajaban por tu pecho, provocándote, marcándote a fuego.

No tenías remedio, nunca lo habías tenido cuando él estaba cerca. Y ahora, atado, sumiso, sin posibilidad de resistirte, totalmente rendido, contra todo pronóstico y pisando tu orgullo, sabías que el turco iba a joderte. Y te iba a joder bien. Y te iba a gustar. Y lo ibas a disfrutar. Y, qué cojones, lo estabas disfrutando. Habías empezado a echar el cuello hacia atrás, podías imaginarte su sonrisa de satisfacción cuando te lo mordió, justo en la yugular, succionando, fuerte, sin clemencia. Como pudiste imaginarte el gesto tirano en su cara cuando te pellizcó los pezones, a estas alturas ya duros como piedras, y ahogaste un gemido, ronco, nacido del fondo de tu garganta. Y entonces, el muy cabrón, te susurró al oido, con voz melosa, ronca, puro sexo:

-Voy a follarte, y vas a disfrutarlo...

Mordiendo el lóbulo de tu oreja derecha, deslizó su lengua, moviéndola hasta la base de tu nuca, donde volvió a morderte.

-Vas a pedirme de rodillas que vuelva a hacértelo...

Susurrándote, el muy cabrón, lo que iba a hacerte, paso por paso, punto por punto. Segundo tras segundo, cedías un poco más, sólo un poco. Como el felino que era, se deslizó, colocándose delante de ti, y te quitó la venda de los ojos, mientras con una mano te atraía hacia él. Y los viste, sus dos esmeraldas, destellaban, brillaban. Eran ojos de tigre, o tal vez de algo peor, más agresivo, y aún más sigiloso. Eran lujuria, pasión turca elevada al extremo. Eran deseo, deseo contenido, y rabia. Prometían dolor, un infierno dorado, y placer, un nirvana tortuoso.

Tu le miraste, vaya si le miraste. Odio, rabia, pasión, orgullo desmedido. Todo y nada, siempre y nunca. Deseo, ansia. Querías comerle la boca, y eso era un hecho. Querías darle la paliza de su vida, y eso también era un hecho. Pero tal vez, lo más increíble de todo aquello, era que te estabas derritiendo, y a punto de rogarle, que se callara de una puta vez y te la metiera hasta el fondo.


Leather


No es cuero de verdad, no es ni siquiera un buen sucedáneo, pero creo que es de mis autorretratos favoritos.



Ich will.

Oh si, entrada de autocompasion a las ocho de la mañana antes de ir a Correos a enviar paquetes.


Quiero ropa nueva
Quiero un cuerpo nuevo
Quiero una cama nueva
Quiero ser capaz de seguir una rutina de ejercicios para poder estar medio decente
Quiero aprender a maquillarme
Quiero aprender a vestirme
Quiero aprender a quererme
Quiero aprender a cocinar Borsch
Quiero aprender a hablar, escribir y leer en Ruso
Quiero echar un polvo de esos que te dejan jodidamente satisfecha
Quiero chocolate
O en su defecto un polvo con chocolate. O chocolate en polvo.

Quiero... querer menos cosas.

Poison [1/3 Turkey/Greece +18]

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen y la idea de la canción ha sido de Eria.

I want to hurt you just to hear you screaming my name
Don't want to touch you but you're under my skin


Las cuerdas de seda rodeaban los muslos de Heracles, subiendo hacia la espalda, pasando por su trasero, rodeando su miembro, y atrapando sus abdominales. Sus piernas, inmovilizadas, atadas contra su espalda, de la misma manera que sus manos. El turco, sentado en unos almohadones, con una cachimba al lado, y desnudo de cintura para arriba, le miraba. No sonreía, sencillamente fumaba, y le miraba, esperando a que despertara del sueño al que le había sometido.

El tiempo parecía haberse detenido en una atmósfera de satén y humo, hasta que el Griego despertó, moviendo la cabeza de un lado a otro, con la boca pastosa, mirando a su alrededor, preguntándose dónde estaba, y por qué no podía moverse. No se hizo consciente de su situación hasta que intentó moverse, y obviamente, no pudo. Sadiq se levantó entonces de los almohadones, acércandose a él, sin decir nada. Se quitó la máscara, dejándola caer. Se pasó la mano por el pelo, lanzando un largo suspiro.

-¿Qué demonios hago aquí, Turco?

Él no respondió, todavía no era el momento. Sencillamente, apretó la cuerda que mantenía al griego con las manos en alto y colgando del techo.

-¡Contéstame!

Heracles empezó a moverse, intentando zafarse de las cuerdas, sin conseguir nada más que notar como la seda le rozaba los muslos, las ingles, los pectorales, las muñecas, los tobillos. El turco le tomó del mentón y le obligó a abrir la boca, metiéndole sin demasiados miramientos un trozo de seda doblada a modo de mordaza. El griego hizo amago de escupirla, pero no pudo. Sadiq sonrió de medio lado, y se alejó de Heracles unos pasos, sólo para contemplarle. Ahí tenía al objeto de su deseo, sometido por unas cuerdas y un trozo de tela, completamente desnudo, con un principio de erección en la entrepierna y mirándole con rabia. Cogió del suelo otro pedazo de cuerda, y acercándose al griego, y sin dejar de mirarle, empezó a atárselo, primero alrededor de los testículos, luego subiendo hacia su miembro, haciendo presión, rozándolo con los dedos, hasta atárselo a la cintura, manteniéndolo completamente erguido.

Heracles no hizo otra cosa más que intentar resistirse, y espetar unos insultos inaudibles a través de la mordaza, mientras se excitaba cada vez más al notar la seda y las manos del turco sometiéndole un poco más. Vio como el turco cogía una cajita, la abría debajo de su nariz y le obligaba a respirar lo que contenía. Inmediatamente, sintió ganas de toser y estornudar, pero Sadiq se lo impidió tapándole la nariz. El turco estaba ahora detrás de el, tapándole la nariz y la boca y obligándole a apoyarse contra él, cortándole la respiración durante unos segundos que parecieron interminables, durante los que aspiró el olor del turco, mezclado con el humo, el sudor, la tensión de todos sus músculos.

Vale, si, no se me da bien escribir en tercera persona, lo sé. Así que he decidido que el siguiente capítulo será el POV de Heracles y el último el POV de Sadiq, salvo que se me ocurra cambiar algo, que nunca se sabe.

Das Brennende Liebe [Wincest +18]

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, lo hago por puro vicio y sin ánimo de lucro. En principio iba a ser un Turkey/Greece pero al oir la cancion... Sammy y Dean cuadraban mejor. http://www.youtube.com/watch?v=tu_dfRAPHQk


Von meiner brennenden Liebe
kann dich kein Dämon erlösen
Von meiner brennenden Liebe
kann dich kein Gott und kein Wunder mehr befrein


Perdiste la cuenta de las veces que te habías follado su boca, su culo, a el entero. Perdiste la cuenta de las veces que le sentiste dentro de tí, las veces que sudaste su nombre por los poros de tu piel. Las veces que os habéis revuelto entre las sábanas, entre el barro y la sangre, entre el cielo y el infierno. Todas las heridas, el alcohol, las canciones de Bon Jovi, el cuero del Impala contra tu pecho mientras Sammy te empujaba contra el asiento. Sammy, tu Sammy, el dulce Sammy. El cabrón de Sammy. Jodiéndote vivo, haciéndote que te restriegues y te retuerzas como si fueras una quinceañera en el asiento trasero.

Y ahora, ahora notas como empieza, como siempre, lamiéndote el cuello, haciéndose el sumiso, dejando que lo empales contra la pared. Quitándote la camisa, lamiéndote las heridas, curándotelas, sientes su saliva, sus manos, sus dedos. Enredas los tuyos en su pelo mientras va bajando, dejando un camino de saliva, haciéndote cosquillas con su respiración. No es suave, no es lento, no es cariñoso, no. Te la chupa como si le fuera la vida en ello, como si después de aquello le esperase el infierno, y joder, es lo que te mereces por guarro, por cerdo y por tirarte a tu hermano. Porque si tu padre te viera, te cortaría las pelotas. Joder. Se las ha metido en la boca y succiona, y hostia, como succiona. Joder. Te vas a correr y no lleva ni cinco minutos ahí abajo. Menudo aguante campeón, ni que hubieras estado un año sin follar.

Por supuesto, no va a dejar que te corras tan pronto, no señor. Antes te va a hacer suplicarle a Dios y a Satanás que se rifen tu alma y te lleven al infierno o al cielo, pero que te lleven. Y cuanto antes mejor. Por favor, antes de que te tire en la cama y te coma el culo, por favor. Dios, por favor. Joder, joder. Ya te ha empujado de espaldas a la cama, y ya te esta quitando los pantalones. Dios, notas como sopla su aliento en tu nuca, como todos tus pelos se erizan al sentirle encima de tí. Joder Sammy. Joder. Joder. Empieza a acariciarte el culo, sabes como va a acabar esto. Los dos lo sabéis. Claro que si. Sammy siempre consigue lo que quiere, y si quiere follarse a su hermano, darle por el culo y que éste se corra de gusto, claro que lo va a conseguir.

Estás restregándote contra las sábanas, gimiendo su nombre mientras te mete dos dedos en el culo. Entonces es cuando se agacha, y susurrándote lo cachondo que estás, te la mete hasta el fondo, sin contemplaciones, sin cariñitos, sin chorradas ni hostias. Te la mete y sientes como te arde el culo, porque hostia, es enorme. Da igual las veces que te haya follado, cada vez que te la mete sientes como te rompe el culo. Y vuelve a metértela otra vez, sin esperar a que te recuperes, porque sabe que es así como más te gusta, duro, sin redención, sin escape ninguno. Y te folla, te folla como no te ha follado ni te follará nadie jamas, hace que le pidas por favor que siga, hace que le ruegues, que gimas y gruñas y jadees su nombre, que te retuerzas debajo de el, que muerdas las sábanas.

Has perdido la cuenta de las veces que te lo has follado, que te ha follado, que ha hecho que te corras más veces de las que jamás soñaste. Has perdido la cuenta de las veces que has sido consciente de que jamás podrás negarle algo a Sammy, de las veces que has sabido que no había escape a esto y que ibas a estar condenado más veces de las que jamás podrías contar al infierno. Porque además, Sammy nunca va a dejar que su hermano favorito se escape de este juego que acabará consumiéndote, quemándote, y del que no habrá redención.

Joder, que buena soy a veces.

Träumst du [Aiwë/Areneth] [+18//Drabble]

Disclaimer: Ninguno de los PJ me pertenecen.

Träumst du mit mir heut Nacht?

Te mueves entre las sabanas, que rozan tus muslos. Te mueves, te retuerces, niegas con la cabeza, jadeas. Sus manos, de arriba abajo, reconociéndote como suya. Te susurra al oído, no quieres abrir los ojos, notas como está encima de ti, cómo te acaricia, con cuidado, dejándote opciones suficientes para darle un guantazo, aunque, no sabes bien por qué, no lo has hecho. Y no vas a hacerlo.

Areneth, piensas, Areneth. Jadeas, gimes, Más cerca por favor, por favor. Acaríciame, quiéreme, mímame, trátame como una reina, pides sin ni siquiera abrir la boca. Aún no le has mirado, aún no has visto como te mira, pero lo imaginas, no deja rincón de tu cuerpo cubierto. Te acaricia el ombligo, tu te muerdes el labio. Baja un poco, intentas imponer resistencia, pero no quieres. No quieres poder, quieres que siga y lo sabes. Cada vez está mas cerca de tu entrepierna, cada vez estás jadeando más, sudando, retorciéndote. Y entonces, en el momento en el que sientes como te roza, decides abrir los ojos.

-Mierda, soñando otra vez.

Shook me all night long [2/2 +18] Sadiq/Eria

Disclaimer: Que conste que hago esto para que no me corteis en rodajas, pero sin coacción alguna. Quien me entienda que me compre.


Made A Meal Out Of Me And Came Back For More
Had To Cool Me Down
To Take Another Round
Now I'm Back In The Ring To Take Another Swing


No solo es tu turno y te toca, si no que disfrutas de la cara que acaba de poner. Oh si, te encanta esa cara, que clama al cielo "¡Pero no pares, zorra!" por todos los poros de su piel. Y sabes perfectamente cómo va a tocarte, y qué vas a tocarte. Te pones a horcajadas sobre el, y bajando tu mano derecha poco a poco, desde tu cuello hasta tu pecho primero, y de ahí hasta rozar tu entrepierna. Te muerdes el labio inferior, le miras con cara de superioridad, disfrutas de la expresión de mínima sorpresa que muestran sus ojos, (joder, cómo te ponen esos ojos), cómo te taladran, te atraviesan, te miran, te desnudarían si no estuvieras desnuda, una de esas miradas que te follan sin ni siquiera tocarte. Dios, joder, dios.

Empiezas a jadear, te metes un dedo, sigues acariciandote, sin tocarle ni rozarle, sin contacto físico, y aún estando encima de él, cachonda perdida, jodidamente caliente, disfrutando cada segundo, cada caricia. Cada vez más, y más, y más joder, y aún más. Hasta que notas como te coge del trasero, y te da media vuelta, poniéndote la cara contra la almohada. Te sujeta las manos por encima de la cabeza, y empieza a mordisquearte la columna vertebral hasta llegar a la nuca.

-Hostia, ¡joder!

No le ves, pero sabes que acaba de sonreir de oreja a oreja, mientras baja lamiendote otra vez, sólo para quedarse mirandote, mientras te revuelves. Un poco, vale, solo un poco. Se apoya en tu espalda, llevando sus manos a tus costados, dejandose caer un poco. Te mordisquea la parte de atrás de la oreja, como si supiera perfectamente lo mucho que te gusta. Dios. Mamón.

-¿Quieres más?

Apoya su sexo contra tu entrepierna, empujando un poco, solo un poco. Te provoca, te está provocando, joder, joder, joder. Arañas las sábanas, resoplas, intentas empujarte contra el, pero se aleja.

-¡Serás cabrón!

Se ríe, y vuelve a morderte la nuca, el cuello, la base de la oreja, el lóbulo. Y te susurra,

-Pídemelo por favor, dime cuánto lo quieres...

Te muerdes el labio inferior, hostia, hostia. ¡Joder!

-Bitte?

Niega con la cabeza, y vuelve a atacar tu columna vertebral. ¡Pero será hijo de perra!.

-¡Joder! Fóllame de una puta vez, ¡no seas mamón!

Y lo hace, joder, lo hace, (y cómo lo hace el muy capullo). No tienes muy claro como, acabas otra vez encima de él, recuperando tu poder de amazona. Dios, joder, que polvo ¡joder! Te arqueas contra el, se arquea contra ti, jadeáis, gemís, gruñís, arañáis, mordéis, joder, joder. Has perdido la cuenta del tiempo que lleváis jodiendo como puñeteros animales, pero hostia, eso es sexo y lo demás chorradas.

Dios, creo que ahora voy a darme una ducha fría.


Shook me all night long [1/2 +18] Eria/Sadiq

Disclaimer: No me pertenecen ninguno de los dos, aunque no me importaría tenerlos en usufructo.


Cause The Walls Start Shaking
The Earth Was Quaking
My Mind Was Aching
And We Were Making It And You -

La melena pelirroja desperdigada en la almohada, las pecas salpicando su escote, su pecho (y qué par de...), las uñas clavándose en tu piel, sus dientes, deseando, exigiendo, rasgando. Te rodea con las piernas, sólamente para ejecutar una hábil maniobra, quedando encima de tí. Se arquea, y empieza a morderte, dejando un camino de saliva acompañado de marcas de mordeduras, que acaba a escasos centímetros de tu entrepierna. Sopla, exhalando aire caliente encima, con las manos arañando tus muslos. Acerca su boca, para quedarse a mílimetros (joder, parecen kilómetros), sólo milímetros, de tí. Y entonces, abre los labios, y susurra, ronca, con su acento alemán, y en un tono absoluta y completamente perverso,

-Suplica.

No es una sugerencia, y dista mucho de ser una broma. Alza una ceja, esperando una respuesta, apartándose un poco más cada segundo que tu boca se mantiene cerrada. Joder, como te tortura la muy capulla. Niegas con la cabeza, no vas a comerte tu orgullo, ni siquiera por lo que sus labios te prometen, (y joder, cómo prometen). Se aleja, mantiene sus manos a una distancia prudencial, y va subiendo, agazapada, mirándote como probablemente una leona mira a su presa. Sonrie, mostrandote sus incisivos, se acerca a tu cuello, lo olisquea, y a escasos centímetros de tu oreja, susurra, una vez más, como si fuera clemente contigo,

-Suplícamelo.

Y esta vez, no te puedes resistir, se lo pides, susurrando, pero rogando que sea suficiente. Sonríe, y en menos de lo que tu has podido percibir, la tiene en su boca, succionando, lamiendo, llevándote al nirvana, al vallhala, al cielo, joder, a donde ella quiere. Sonrie de lado, te mira, te pone, joder, te pone. Y lo sabes, y estas cachondo perdido, y necesitas que siga, y quieres que siga, y por Alá, que jodidamente burro te está poniendo. Pasas tus manos por su espalda, subiendo hasta su cabellera, que masajeas y sujetas, entre gruñidos y jadeos, rogando más, suplicándolo con cada centimetro de tu cuerpo. Y ella lo sabe, y lo disfruta, (hostia, cómo lo disfruta), y se lo está pasando de puta madre. Y entonces para. Zorra. Puta. Capulla.

-Me toca.

Y hasta aquí el capitulo de hoy. Mañana la otra mitad. Odiadme por zorra.


Back in Black (+ Drabble +16)

Pues eso, he vuelto. Y he cambiado el blog, ahora es legible. Y voy a volver a escribir, y voy a intentar adelgazar, y tengo una infeccion de caballo, y me duele la cabeza y voy a por un gelocatil para poder escribir algo decente. Siempre quise escribir sobre alguien que se llamar April, suena sexy.



"April White, paciente número 0953 de mi consulta. La consulta del Dr. Richard Fritz, el más prestigioso psiquiatra en el ámbito de la psiquiatría adolescente. Y aquí esta April, es su primera visita. Una niña de 17 años, con rizos de angel teñidos de azul y turquesa, una camiseta con el escote demasiado bajo, una falda que acaba demasiado alto, medias rotas, y un par de cortes en las muñecas. Piercings, tatuajes, y ni una gota de maquillaje.

Me mira, de arriba abajo, no sé si me desnuda o sencillamente está analizándome, sonríe. ¿Me aprueba? No lo sé. Me limito a hacerle las preguntas de rigor. Sonríe, otra vez. Dice que lamenta darme trabajo, que siente ponerme las cosas difíciles, pero que no le apetece contestar. Dice que sus padres la han obligado a venir, pero que no se siente obligada a abrirse de piernas mentalmente ante un desconocido.

Abrirse de piernas mentalmente, le pregunto, ¿es una expresión que utilices normalmente? ¿Es eso indicador de algún problema mental?, responde. Aguda, inteligente, hábil. Se divierte. Intenta jugar conmigo, ¿me cree tan inocente como para dejarme enredar por una adolescente?

Contesto que no, pero que indica una tendencia a relacionar las cosas con el sexo. Sonrie, me enseña un colmillo. Me dice que no me preocupe, que es normal estar cohibido ante alguien como ella, que está acostumbrada a que piensen sobre ella de aquella manera. ¿Está intentando consolarme? No tengo intenciones de acostarme contigo, April. Sería violar una de las normas de la consulta, contesto. April hace un puchero, y se cruza de brazos, comentando que soy uno de esos. ¿Qué esos? pregunto, curioso.

Ya sabes, Doc, esos. Con una sonrisa en la cara, mirandome de reojo, taladrandome con sus esmeraldas. Esos que son incapaces de divertirse, ni de saltarse las normas, ni de improvisar, si quiera de disfrutar.
No voy a tolerar que la hija de un matrimonio adinerado, caprichosa, que se corta para reclamar las atenciones de sus padres sobre ella, intente psicoanalizarme. No soy tan naïf.

Cambio de tema, le pregunto por qué se corta. Sonríe, otra vez, ¿se estará burlando de mí? ¿Que quieres que te diga, Doc? ¿Que me corto para sentir algo? ¿Que lo hago para llamar la atención? ¿Porque es la moda?, contesta, irónica, cínica.

Quiero que me digas la verdad, exijo. Se acerca a la mesa, apoyando la cara sobre sus manos entrelazadas, y de manera lenta, mueve los labios, hasta formar el exquisito gesto de un No. Claro, conciso. No.

¿Por qué no, April? Me mira, resopla. Me aburro, Doc. Todos los psiquiatras me preguntan lo mismo. Si tan bueno es usted, descúbralo sólo.

Pero necesito tu ayuda, y lo sabes, digo, esperando que el viejo truco haga efecto. Escucha Doc, no soy una puta snob adolescente a la que puedes engañar diciendo que vas a ayudarme, que sólo estás aquí para que deje de sufrir dolor. Por favor, no me tomes por idiota, dice, tranquila, como si quisiera hacerme comprender. Se levanta de la silla, se sienta sobre mis rodillas. Sus ojos esmeralda clavándose en mis pupilas, su mano masajeándome la nuca. Doc, susurra en mi oído, no sea estúpido. No intente curarme, no hay nada que curar. Sencillamente... aproveche el tiempo que voy a estar entre estas cuatro paredes, porque cuando me haya ido, no volvera a tener nada tan bueno entre las piernas."



Llevaba tiempo queriendo escribir un drabble así, así que aproveche. Oh dios, y que jodan a los psiquiatras.

Scene20-Pijama

En el BBS estan haciendo el Scene20, así que colgare por aqui las que me parezcan mejores

"PIJAMA"

Estoy en casa. Al fin en casa. Ha sido un día duro, y lo único que me apetece es abrazarte, tenerte entre mis brazos, dejar que lamas mis lágrimas, notar como te deslizas conmigo entre nuestras sábanas. Solo quiero que me tomes entre sus brazos y hagas conmigo lo que quieras, como siempre.
Pero llego a nuestra habitación, y veo tu pijama tirado encima de la cama, deshecha. Apesta a sexo, y no lo entiendo. No soy capaz de concebir por qué eres tan cruel conmigo. Siempre lo has sido, y seguirás siéndolo, pero no lo entiendo. Drenas toda mi alegría y la reemplazas por celos, ira, dolor. Y te necesito, eres mi droga, mi única amiga, mi única hermana. Y me destruyes, me quiebras, me dejas tiritando de frío entre oleadas que me abrasan. Y sé que eres así, que no cambiarás, que no podré cambiarte, que eres mi principio y mi fin, mi muerte y mi fénix. Y sé, que jamás te quise de otra manera, ni te amé porque pensé que fueras diferente. Eres una hija de perra, eres una zorra como la peor, pero te quiero Choco. Y amarte acabará por hacer que me odie.

Tired'n'Sick

Soy muy cutre, estoy escuchando Welcome to the Black Parade, pero necesitaba escuchar algo así. Lo cierto es que The Mechanical Romance (Hostia, me acabo de dar cuenta de que comparte siglas con mi tienda de Goggles, TMR, DAMN!) no me gusta, pero esta canción por alguna razón en particular me encanta. En fin, que yo no iba a hablar de eso.

Hoy he salido con mi madre a cenar y hemos acabado hablando sobre China, las repúblicas, la mierda del sistema educativo de este país, la falta de sexo y el exceso de gilipuertez, vamos, lo de siempre. Y me doy cuenta de que joder, desgraciadamente ¡es cierto! Tenemos una mierda de sistema educativo, en China no existe la libertad de expresión, hace mas de dos meses que no follo, y cada vez me encuentro un volumen mayor de imbéciles ambulantes. Y estoy harta, creo que es mi estado constante ultimamente. Pero yo tampoco quería hablar de esto. Creo.

Hoy me he acordado de cuando era pequeña (más, claro), y estaba con mi padre. Persona non grata, por cierto. No es un episodio fácil ni excesivamente agradable de contar, así que no voy a confesarme aquí, pero os basta con saber que me marcó de por vida, y fue lo que me hizo decidir que no quería tener que volver a aguantar tamaña gilipollez supina NUNCA más. Objetivo, que realmente, no he conseguido cumplir. Me tocó seguir aguantándole hasta hace bien poco y me he comido bastantes imbéciles por el camino. Tantos como hostias, o casi. Pero no estoy dispuesta a aguantar a ningún subnormal ni un solo minuto más. Y sé que con lo buena persona (¡Já!) que soy me comeré a unos cuantos pero necesito decir en voz alta que nadie va a volver a tocarme las pelotas. Porque coño, no está el puto horno para bollos.

Por otra parte, necesito inspiración y no viene, es frustrante intentar escribir o dibujar y ver que tu inspiración está con tu vida sexual, allá por Malibú. O por Katmandú, vete tu a saber. Pero la cosa es que la jodía de ella no viene. La puñetera se hace de rogar, y yo no estoy por la labor de rogarle a las musas que me inspiren, la verdad. Pero necesito ser creativa, ahora más que nunca, porque necesito ser persona.

En cualquier caso no estoy segura de que fuera esto de lo que quería hablar. Ahora mismo estoy demasiado jodida (y desgraciadamente no en el sentido literal de la palabra) como para escribir nada coherente. O algo así. Lo único de lo que tengo la certeza es de que no quiero tener que aguantar mas conversaciones insustanciales, ni mas miradas de esas que te desnudan solo por llevar una 90D. O escote. O las dos cosas. Y no quiero que me menosprecien por mi edad. Hostia, en resumen, estoy hasta las pelotas. He dicho.

The world is not enough

Y es cierto, el mundo no es suficiente. O esa es la sensación que tengo últimamente. Tengo dos o tres cosas que me llenan, pero no es suficiente. Mi vida no es suficiente. No es suficiente satisfacción, no es suficiente placer, no es suficiente belleza, no es suficiente fuerza física, no es suficiente inteligencia. No es suficiente y punto.

Necesito estar más guapa, ser más fuerte, despertar la poca inteligencia que debe quedarme, sentirme mas satisfecha, comer mas cosas que me gusten, y joder, un polvo de vez en cuando no estaria mal. Necesito más, y no sé si eso es bueno. Sinceramente no lo sé. ¿Es bueno no tener nunca suficiente? ¿Es bueno no ser nunca suficiente? Me plantea un reto diario, si, pero hasta yo necesito un descanso. Y no me lo permito a mí misma, claro, porque el descanso es para los débiles. Creo. No estoy segura. Quiero adelgazar, quiero cuidarme más, quiero ser más lista, quiero ser más guapa. Y no sé dónde está mi límite, y si soy franca, tampoco quiero saberlo.

Porque creo que me basta con saber que el mundo nunca será suficiente. Porque lo necesito, porque necesito sangre nueva todos los días. Porque creo que si no moriría. Necesito retos, necesito aventura, necesito misterio, necesito curiosidad, necesito algo nuevo que descubrir cada día o si no mi vida no valdrá para nada. Y creo que lo peor de todo es que lo sé y me gusta, me gusta vivir así. El stress, me encanta. Necesito esa motivación para respirar, necesito vivir a todo tren.

Creo que voy a volver a escribir relatos eróticos, me viene haciendo falta de un tiempo a esta parte, joder.

What hurts the most

Hoy he pescado a mi madre leyendo el periódico online, el 20 Minutos creo. No estoy segura. En portada, con una foto gigante, aparecía una foto de Michael Jackson, y debajo, un rótulo de que había fallecido. Un artículo completo sobre como sus seguidores le lloraban y que alababa su obra y milagros.

Casi a pie de página, como una pequeña nota de prensa, había una foto de Farrah Fawcett, quien fue el Ángel por excelencia. El corto artículo que le habían dedicado, junto con la foto (malísima, por cierto), no me hizo empezar la mañana con el mejor pie del mundo, la verdad. La rubia mas inteligente que he conocido (Marylin Monroe era teñida), y su muerte solo era una nota a pie de página. No había conseguido superar el cáncer, vaya, terrible. Pongamos la primera foto y redactemos una esquela.

El rey del pop a primera página, la otrora estrella de televisión, bah, ¿a quién le importa? Sobra decir que ha jodido, y ha jodido bien. Si bien es cierto que Michael Jackson era mucho más conocido por el público general de hoy en día, ¿no fue Farrah Fawcett la heroína que más posters ocupó? ¿No fue El Ángel? Sí, pero a su muerte sólo merece una escueta nota a pie de página. Sólo eso. A veces los periódicos son más deprimentes de lo habitual.

Yo la echaré de menos, y hoy haré un maratón de ángeles. Porque sí, yo no ví el estreno, ni si quiera la disfruté en sus tiempos, pero joder, Farrah Fawcett es, era, y será demasiada Farrah como para que la pasen a tercera página.

Introducing... me?


Pues... empiezo un blog (de los tantos que he podido empezar), otra vez. Sé que a la mayoria no os va a gustar ni el fondo ni la gama de colores, pero alguien dijo muy sabiamente una vez: "Es mi blog y me lo follo como quiero".




Así que empiezo esto con intencion de... de algo, no tengo muy claro el que si os soy sincera. Supongo que volver a recuperar la expresión escrita, así que me autoprohibo emoticonos. Va a ser duro, iba poner un "xD" y me lo voy a tener que tragar, manda huevos de codorniz.




Intentaré mantener esto lo más actualizado posible, pero no prometo nada. O tal vez debería prometerlo y así no se me olvidaria, es una posibilidad. Mi memoria es desastrosa.




Puesh... a ver si me da por publicar otra cosa pronto, algo mas... ¿sustancioso?