Back in Black (+ Drabble +16)

Pues eso, he vuelto. Y he cambiado el blog, ahora es legible. Y voy a volver a escribir, y voy a intentar adelgazar, y tengo una infeccion de caballo, y me duele la cabeza y voy a por un gelocatil para poder escribir algo decente. Siempre quise escribir sobre alguien que se llamar April, suena sexy.



"April White, paciente número 0953 de mi consulta. La consulta del Dr. Richard Fritz, el más prestigioso psiquiatra en el ámbito de la psiquiatría adolescente. Y aquí esta April, es su primera visita. Una niña de 17 años, con rizos de angel teñidos de azul y turquesa, una camiseta con el escote demasiado bajo, una falda que acaba demasiado alto, medias rotas, y un par de cortes en las muñecas. Piercings, tatuajes, y ni una gota de maquillaje.

Me mira, de arriba abajo, no sé si me desnuda o sencillamente está analizándome, sonríe. ¿Me aprueba? No lo sé. Me limito a hacerle las preguntas de rigor. Sonríe, otra vez. Dice que lamenta darme trabajo, que siente ponerme las cosas difíciles, pero que no le apetece contestar. Dice que sus padres la han obligado a venir, pero que no se siente obligada a abrirse de piernas mentalmente ante un desconocido.

Abrirse de piernas mentalmente, le pregunto, ¿es una expresión que utilices normalmente? ¿Es eso indicador de algún problema mental?, responde. Aguda, inteligente, hábil. Se divierte. Intenta jugar conmigo, ¿me cree tan inocente como para dejarme enredar por una adolescente?

Contesto que no, pero que indica una tendencia a relacionar las cosas con el sexo. Sonrie, me enseña un colmillo. Me dice que no me preocupe, que es normal estar cohibido ante alguien como ella, que está acostumbrada a que piensen sobre ella de aquella manera. ¿Está intentando consolarme? No tengo intenciones de acostarme contigo, April. Sería violar una de las normas de la consulta, contesto. April hace un puchero, y se cruza de brazos, comentando que soy uno de esos. ¿Qué esos? pregunto, curioso.

Ya sabes, Doc, esos. Con una sonrisa en la cara, mirandome de reojo, taladrandome con sus esmeraldas. Esos que son incapaces de divertirse, ni de saltarse las normas, ni de improvisar, si quiera de disfrutar.
No voy a tolerar que la hija de un matrimonio adinerado, caprichosa, que se corta para reclamar las atenciones de sus padres sobre ella, intente psicoanalizarme. No soy tan naïf.

Cambio de tema, le pregunto por qué se corta. Sonríe, otra vez, ¿se estará burlando de mí? ¿Que quieres que te diga, Doc? ¿Que me corto para sentir algo? ¿Que lo hago para llamar la atención? ¿Porque es la moda?, contesta, irónica, cínica.

Quiero que me digas la verdad, exijo. Se acerca a la mesa, apoyando la cara sobre sus manos entrelazadas, y de manera lenta, mueve los labios, hasta formar el exquisito gesto de un No. Claro, conciso. No.

¿Por qué no, April? Me mira, resopla. Me aburro, Doc. Todos los psiquiatras me preguntan lo mismo. Si tan bueno es usted, descúbralo sólo.

Pero necesito tu ayuda, y lo sabes, digo, esperando que el viejo truco haga efecto. Escucha Doc, no soy una puta snob adolescente a la que puedes engañar diciendo que vas a ayudarme, que sólo estás aquí para que deje de sufrir dolor. Por favor, no me tomes por idiota, dice, tranquila, como si quisiera hacerme comprender. Se levanta de la silla, se sienta sobre mis rodillas. Sus ojos esmeralda clavándose en mis pupilas, su mano masajeándome la nuca. Doc, susurra en mi oído, no sea estúpido. No intente curarme, no hay nada que curar. Sencillamente... aproveche el tiempo que voy a estar entre estas cuatro paredes, porque cuando me haya ido, no volvera a tener nada tan bueno entre las piernas."



Llevaba tiempo queriendo escribir un drabble así, así que aproveche. Oh dios, y que jodan a los psiquiatras.